viernes, 17 de diciembre de 2021

Voy a encender la estufa

Vagas en mi cabeza desde por la mañana,

 Y te voy a escribir un poema,

Porque parece,

Que ya no supiera, 

Que ya no pudiera.

 

El viento planea por el río salpicado de molinos,

Adónde le lleva el agua,

Junto a piñas caídas, cortezas de encina,

Varetas de almendro, troncos de olivo, 

Y la negra garza. 

 

El agua del río no es verde, ni azul,

Envenena a los peces, y al Martín pescador,

Donde habitó la nutria que murió en la orilla.

(Tuvieron que hacerle la autopsia al cadáver). 

 

A ese mundo al que tú me llevas,

No quiero volver,

No sé ya, ni me importa, 

Quién cerró la puerta a quién.

 

Y ahora;

Con una piña caída, una corteza de encina,

Una vareta de almendro, un tronco de olivo,

Y este papel escrito, arrugado y sucio,

Voy a encender la estufa.