lunes, 24 de enero de 2011

Paso a paso

No invento, lo creo.
Me creo a cada paso.
Y cada uno me asegura.
Que sin prisa,
Me dirigen.
Me detienen.
Beso, verdad o te atreves.
Deseos, pájaros, árboles.

A la luz.
A mis pasos
Todo le vale.

Perra

Desespera eternamente
Bajo el quicio de esa puerta infranqueable
Siempre abierta

Perra mojada
Bajo la lluvia
Aullándote.

Vomitorium

Días estáticos de fotografías
En las que no salgo
Yo soy la tramoyista, izo el telón
Y elevo a los ángeles atados por un cordón.
No me esperes desde el palco
Espigando tus aplausos.
Me disiparé con la niebla
Acabada la función.

Todo

Si puedes ver el tintineo de las estrellas Sentir el viento entre las hojas de los árboles Escuchar el río bajar sobre las piedras Ver algún animal pasar por la mañana  Respirar su mismo aire Sin otra necesidad Que quedarte mirando el horizonte  Con la hierba enredándose en los dedos  Cómo juegan los pájaros del cielo. Nos lanzamos a morir Sin protección Nos defendemos Tan sólo de nosotros Nos perdemos En nuestro único viaje.

Nada

Serpenteo por las palabras para encontrarte indefinida.
Te deslizas.
Remarcando los silencios entre idas y venidas.

Desentierro petrificada de colores.
Incrustados.

Desengarzando transcursos trazados.
Destrozados.

Nada es tan fuerte, como la nada.
Ni la verdad.

De sueño y aire

En esa línea imprecisa

Las palabras son perfectas

Desveladas. 

Y me urge dar la vuelta

A ese tiempo de encontrarte. 

Se diluyen en la luna

Se revuelven con el aire.

Como sales en el agua

Perezosas en el sueño

Se han perdido.

De aire y sueños

Por encima de cables eléctricos.
Sorteando los bosques de antenas
de televisión
y los pisos, diferentes edificios.

Hago giros y cabriolas.

Algún peligro
Acechándome en el suelo.
Del que me elevo.
El motivo es lo de menos.
Me quieren apresar.
Y siempre escapo.

En el cielo
Me asalta un miedo.
Es un instinto, distinto
A que me vean.

Es vergüenza
De volar.